La visita a la fábrica termina en las oficinas y en la casa de los propietarios. Despachos que comunicaban directamente con las zonas de trabajo, para no perder en ningún momento el control de la fábrica. Unos espacios recreados por el museo que nos lleva otra vez a tiempos pasados. Muebles de época y todo un surtido de detalles que nos hacen pensar, como en la fábrica, que en cualquier momento aparecerán el propietario y su familia a ocupar sus habitaciones.
Al salir de la casa nos encontramos con una espléndida exposición de sombreros, titulada «Sombreros y Sombrerería Contemporánea». Pero la exposición merece un post para ella sola, con el terminaremos los artículos dedicados a «La Encartada».
Para despedirnos de «La Encartada» y si tenemos un poco de tiempo les recomendamos un paseo por sus jardines y el río, pero antes y sin falta deberá detenerse en la tienda del museo y comprar alguno de los recuerdos que allí nos ofrecen, les recomendamos otra vez el libro titulado «Una Fábrica-Museo» y el DVD del museo.
¡¡¡Ya estoy preparando mi escapada!!!Gracias por este recorrido virtual.
es una visita muy recomendable! Ideal para ir con niños 😉 Y mejor antes de finales de mes, antes de que se clausure la exposición temporal de sombrerería contemporanea
Aunque es la primera vez que dejo un comentario en este blog, suelo pasarme por aquí a menudo. Felicidades por el trabajo!
Sin duda, tengo un post pendiente para la exposición. Un gran trabajo y una visita obligada para los amantes del sombrero. Y gracias por el comentario.
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