Está claro que el Sombrero es uno de los complementos que más juego da. Desde ser protagonista en un cuadro, una novela, una obra de teatro, una escultura, o simplemente para ponérnoslo en nuestras cabezas y presumir sintiéndonos los más elegantes de la ciudad.
Tantas cosas podemos hacer con un sombrero que incluso se puede convertir el protagonista de una historia de amor, aunque sea junto a un peluquín, como nos envío Wibo Sefeld en su cuento «Un amor sin tapujos». Otro de los relatos finalistas en la II Edición del Concurso de Microrrelatos “Cuentos y Sombreros” organizado por Sombrerería Albiñana.
«Desde que salieron del armario, el sombrero de copas y el peluquín solo tenían una cosa en la cabeza: vivir una historia de amor sin tapujos. Ya nunca más irían de escondidas, darían rienda suelta a su pasión sin importarles la curiosa mirada del presuntuoso bombín, ignorando incluso la risa jocosa de la boina. Y aunque no se fiaban un pelo del autoritario tricornio, sus posibles denuncias a la autoridad les traían sin cuidado. Les animó Pamela, una amiga en común que al principio suscitaba los celos de peluquín por presumir de dar cobijo a una de las melenas más largas y voluminosas de la ciudad. Ella jamás dio crédito a algunos comentarios casposos, relacionando al sombrero de copas con un pretendiente calvo que lo único que tenía en común con peluquín era su vanidad mientras se perdía en sus tormentosos paseos por el malecón.»
Wibo Sefeld
Finalista de la II Edición del Concurso de Microrrelatos “Cuentos y Sombreros”, organizado por Sombrerería Albiñana
Muchas gracias Wibo por tu original relato, otro cuento merecedor también del premio en esta edición.
No me canso de decir lo difícil que lo ha tenido el jurado para determinar un único ganador.
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