Continuamos presentándoles los relatos finalistas de la II Edición del Concurso «Cuentos y Sombreros» organizado por Sombrerería Albiñana.
El cuento que compartimos hoy tiene un denominador común con muchos de los recogidos en el concurso, la nostalgia. Hay tres sentimientos que se han transmitido repetidamente a lo largo de los cuentos en todas las ediciones: la nostalgia, el recuerdo y el cariño. Muchas son las referencias reflejadas a abuelos, padres, esposas, etc., en los cuentos, aspectos entrañables que convierten al Sombrero en algo más que en un simple complemento, y que sin duda marcan la personalidad y el recuerdo de quien lo usa o lo ha utilizado.
En el cuento de hoy el protagonista recuerda a la figura de su abuelo gracias a un buen sombrero, un Sombrero de Panamá.
Cada vez que al joven escritor se le apagaba la luz interior delante del papel, se levantaba de un salto, cruzaba la estancia, cogía el sombrero panamá de su abuelo que coronaba la estantería de los libros clásicos y se lo encasquetaba. Luego, sentado en el escritorio, entornaba los ojos unos segundos y aguardaba a que la entrañable imagen del cuentista de su abuelo, tocado con su inseparable panamá, emergiera como un ave fénix de entre los recuerdos predilectos de su memoria. Segundos después, el joven, ahora el cuentista del sombrero panamá, con la luz del abuelo iluminando su almacén de palabras, escribía, escribía, escribía.
Salvador Robles Miras
Finalista de la II Edición del Concurso de Microrrelatos “Cuentos y Sombreros”, organizado por Sombrerería Albiñana
Una vez más queremos felicitar a Salvador Robles Miras por su maravilloso relato, también merecedor del premio. Otro claro ejemplo de la calidad de los relatos recibidos en las tres ediciones.
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