Este artículo hace ni más ni menos que el número 760 de los publicados en el blog. Un trabajo que visto únicamente en número ha sido tremendo, pero que hecho con todo el cariño del mundo y con la magnífica respuesta recibida ha sido «coser y cantar».
Muchas veces cuando miras atrás y te paras a recapacitar llegas a asustarte de las horas de trabajo, de la intensidad, del estrés soportado por terminar las tareas que habían sido marcadas. Pero después, cuando contemplas el resultado, ves que ha merecido la pena, aunque solamente haya sido por la gente con la que compartes la experiencia, o por la agradable sesión de trabajo con amigos. Algo así es lo que nos sucede cuando recordamos nuestras excursiones fotográficas, cientos de fotografías de Sombreros, para obtener esa media docena que al final son las merecedoras de salir de la cámara y compartir con todos ustedes.
Casi se nos había olvidado mostrarles el «making off» de nuestro reportaje en el Meliá Hotel de la Reconquista de Oviedo.
Una increíble mañana de trabajo en una de las suites del Hotel. Una vez más acompañados de Jaime González.
Localizar los mejores rincones, situar los Sombreros, revisar una y otra vez la escena para no llevar desagradables sorpresas al editarlas en el ordenador. Buscar la luz ideal, y a la vez trabajar sobre un mismo escenario dos personas puede ser una tarea muy complicada.
Y lo mejor, o lo peor, al final, al llegar a casa, ver el resultado. Y descubrir que aquella posición que prometía, no lo era tanto, y que aquellas que no convencían, resultaron ser las más espectaculares. Es quizás esa la magia de la fotografía, la de la sorpresa, la de lo inesperado.
Aunque, sea cual sea el resultado final, siempre queda la satisfacción de haber pasado una mañana con amigos, y además rodeado de sombreros en un entorno incomparable.
Ahora, como les dije en una entrada anterior, queda buscar dónde hacer la próxima sesión de fotos.
Visto en: Jaime González y Sombrerería Albiñana
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